¡Hola a todos por aquí! 

Encantada de saludaros una semana más, hoy tengo un tema bastante interesante para nuestro blog, ¿Quieres saber si sigues siendo bicurioso o ya hablaríamos de ser bisexual?

«La bisexualidad se define como la capacidad de sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual por personas en más de un género, no necesariamente al mismo tiempo, de la misma manera, en el mismo grado ni con la misma intensidad» Robin Ochs

Lo primero que debes saber es que la bisexualidad existe como una orientación sexual, no estamos hablando de un caso de indecisión, no es que se esté probando para decidirnos entre un género u otro, tampoco es entonces un periodo transitorio que suele superarse como lo expuso Sigmund Freud. Dicho término surge como si se tratase de un periodo transitorio, infantil, que suele superarse. Terminó definiéndose como una categoría de identidad alternativa a la homosexualidad y heterosexualidad hacia los años 70 y 80, con el origen del activismo bisexual.

Es una realidad que la orientación bisexual no define la orientación relacional, es decir, que hay personas bisexuales monógamas, pero también las no monógamas, poliamorosas, liberales, Swingers.

En el mundo liberal cada día encontramos más personas explorando la bisexualidad, fenómeno que se le define como Bicuriosidad , pero veamos lo que realmente es la bicuriosidad y si estamos empleando bien el término.

Es una fantasía bastante común que no precisamente está relacionada con el mundo liberal, muchas personas del mundo vertical tienen fantasías de prácticas eróticas con alguien de su mismo sexo e inclusive les gusta mirar porno que va de dicha temática y les excita.

La realidad es que pocas personas en el mundo vertical se atreven a llevarlo a la realidad. Muchas veces viven torturados durante mucho tiempo por creer que pueden ser bisexuales, lo cual viene formando ya de alguna manera un concepto bifóbico. Hay casos en los que algunas parejas abren su relación precisamente para poder explorar el lado bisexual, o porque ya desde hace tiempo desean desarrollar su lado bicurioso y probar a ver si es una mera fantasía o una idea de atracción.

¿Cómo sabemos cuando hemos pasado esa delgada línea?

Quizá está en sobrepasar el límite o la barrera de llevarlo de la mente a la práctica, eso es lo que generalmente algunos psicólogos y sexólogos mencionan. Sin embargo, yo me atrevería a llevar a cabo otra pauta para marcar la diferencia. Vivimos en una constante exploración y descubrimiento, al incursionar en el mundo Swinger/liberal se presentan oportunidades de vivir nuestra sexualidad de una manera libre tanto hombres como mujeres, existe aun así todavía una fuerte barrera psicológica de acuerdo a los propios valores y al miedo que como he dicho está más bien en el cajón de la bifobia, yo lo llamaría incluso: «miedo a que te guste».

Por otra parte, tenemos a las personas que se encuentran felices y libres de experimentar la sexualidad y dar ese paso que se ponen la etiqueta de bicurious, pero una vez que prueban los juegos eróticos y sexuales con alguna persona del mismo sexo ya se encuentran en una etapa de exploración, que al principio en lo personal sigo dejándola en el cajón de la bicuriosidad. Todavía en esa fase exploratoria estamos definiendo si nos gusta, dando oportunidades a que quizás la primera o segunda vez no es de nuestro total agrado, no obstante, como siempre digo yo, no todos en el primer encuentro sexual hetero con otra pareja hemos estado felices, quizá han pasado unos cuantos para disfrutar verdaderamente de la sexualidad. Luego entonces, un hombre o una mujer, cuando están en ese periodo de darse la oportunidad de explorar con distintas personas, diferentes cuerpos y sensaciones en la sexualidad, se encuentran curiosos por descubrir si esa atracción se convierte en un placer y un gusto.

En ese camino podemos encontrar muchas facetas, cuando comenzamos a inclinarnos durante los juegos por prácticas bisexuales y nos gusta explorar con la parte de nuestro mismo género de otra pareja, es ahí cuando podemos considerarnos como bisexuales. Cabe mencionar que muchas personas dentro del mundo liberal no les agradan todas las prácticas, quizá les gustan los juegos eróticos, besos, caricias y gustar o no prácticas más coitales.

La realidad es que muchas personas dentro del mundo liberal se percatan que dentro del contexto del Lifestyle les gusta jugar en prácticas bisexuales, pero que en la vida cotidiana no se sienten atraídos por llevar a cabo una relación afectiva con alguien de su mismo sexo. Inclusive que tampoco buscan quedar por separado para un contacto sexual con alguien de su mismo sexo, sino que únicamente les excita llevarlo a cabo al lado de su pareja.

Curiosamente, ese tipo de sensaciones quizá a la inversa las hemos vivido desde la misma adolescencia. Hombres y mujeres han sentido un profundo afecto, y siempre digo yo un tipo de amor, hacia nuestros mejores amigos de esa etapa. En las mujeres por suerte está permitido hacer pijamadas, abrazarse, darse besos y caricias, en los hombres desafortunadamente esas muestras de afecto y cercanía están muy sesgadas, rara vez escuchamos que los hombres van a hacer una pijamada, aunque claro que se quedan a dormir juntos. Muchos de los primeros contactos eróticos en la adolescencia se dan entre las propias amigas, es a veces tan grande el afecto que puede sentirse que en esa época que las hormonas también están a flor de piel, existe la necesidad de demostrarlo de otra forma. La mayoría de las mujeres han tenido una experiencia por lo menos de besarse con una de sus amigas en alguna fiesta, y estos actos siempre han sido premiados y vistos como sensuales y excitantes.

¿Pero qué podéis decirme de los hombres? Lamentablemente en este mundillo también está bastante sesgado el tema, aunque a muchas mujeres nos puede parecer muy excitante ver a nuestra pareja jugando con otro chico, pocos perfiles veo con la definición de bicurioso. Ellas, en cambio, en su mayoría se definen como bicuriosas, aunque siendo honestos casi todas entran en la categoría de bisexuales.

Espero que poco a poco vayamos abandonando esa bifobia interiorizada, sobre todo por parte de los hombres, y que entendamos que verdaderamente el ser liberal implica respeto hacia todas las preferencias y todas las prácticas, sin mirar mal a nadie. Evidentemente, existe el respeto y aunque una pareja ponga que ambos son bisexuales, no tienes por qué excluirlos para compartir con ellos un buen momento si tú no lo eres, únicamente tienes que explicar que solamente te gustan las prácticas heterosexuales, y puede ser que exista atracción hacia las partes hetero de la pareja o no. Quitémonos ese miedo de la cabeza que si juegas con un hombre bisexual te va a follar el culo, es como todos esos hombres afuera que no pueden tener un amigo gay, pues así de absurdo puede sonar todo esto.

Permítete cada día ser más libre, explorar y vivir sin tantos estigmas, las etiquetas no importan, no tengas miedo a ellas, de esta forma serás más libre cada día.

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Besos 

Gret de Lou