La tecnología desde el siglo pasado comenzó a avanzar a pasos agigantados, ahora estamos en el momento de las IA, muchos apenas sabemos como se usa un chat GPT. Sin embargo, para las nuevas generaciones esto forma parte de su vida y del día día, se dice que los jóvenes nacieron ya con el “ chip de la tecnología “ por lo que se tienden a normalizar diversas interacciones con el mundo digital que cada día resultan más sorprendentes, como es el caso de la inteligencia artificial que se encuentra a la orden del día.
Por supuesto que los avances tecnológicos son positivos en varios aspectos de nuestra vida, ¿quien no disfruta de un buen sistema de domótica en casa?, de poder programar funciones a distancia, tener nuestros propios asistentes digitales como Siri o Alexa, utilizar relojes digitales que inclusive pueden ayudarnos a tener una mejor salud. En el ámbito de la sexualidad, y la juguetería erótica tampoco se quedan atrás, desde aquellos vibradores con un mando a distancia, hasta poder programarlos con una app en el móvil forman parte también de los juegos eróticos de cada día, pudiendo utilizarse a solas o en juegos de pareja.
Pero esto lleva un nombre: Digisexualidad
Las personas que se identifican como digisexuales e encuentran también muy unidas a la tecnología, dicho término fue acuñado por los doctores: Neil McArthir y Markie L.C. ( Artículo Twist 2017 Journal of Sexual Relationship Therapy ) , Dicese entonces de aquellas personas que utilizan la tecnología, para tener una relación con un holograma, IA, realidad Virtual y robots para prácticas sexuales.
Cada día existen más personas que hacen uso de este tipo de tecnologías, sin embargo desde los tiempos de coronavirus dichas prácticas situación incrementó exponencialmente, cada vez más parejas inclusive a nivel individual se empezó a utilizar la vía telemática para poder mantener intimidad, erotismo y esa esfera de la salud tan importante que es la sexualidad, por supuesto también las problemáticas relacionadas. Imaginaos que existen jóvenes que lo único que les interesa es poder controlar con sus dispositivos tecnológicos algún artefacto que se adhiera a su pene o a su vulva, no han tenido contacto con ningún ser humano, y realmente tampoco le representa ningún interés tener sexo con personas ni mucho menos algún tipo de relación, se pudiesen tener a su alcance un robot lo preferirían.
La digisexualidad ha trascendido las pantallas, incluso la industria de la juguetería para desarrollar robots de compañía, mismos que cada día van mejorando más sus capacidades para satisfacer las necesidades de una persona, adaptándose a las posibilidades de la población. Algunas de las personas que han llegado a consumir este tipo de robots que se fabrican en Asia de forma muy personalizada e incluso con una inteligencia artificial impresionante mencionan estar verdaderamente atraídos y enamorados inclusive de sus robots, obteniendo todo el placer mediante el uso de estos muñecos sexuales.
En España han existido burdeles que en lugar de contar con prostitutas de carne y hueso, hicieron una gran inversión en muñecas, el sitio terminó por cerrar debido a las condiciones deplorables en que las dejaban.
Cuando todo esto comienza a surgir dentro del ámbito de la sexología hablamos de la importancia de la educación afectivo sexual, cuando no solamente el sexo involucra una satisfacción a nivel físico, suficientes casos tenemos que en consulta por adicciones a la pornografía entre otras cosas, ya que llega un momento en que la satisfacción física a nivel mecánico no es suficiente, resulta esencial que el ser humano sea capaz de relacionarse emocionalmente, de interactuar con seres humanos capaces de dar su consentimiento, que el ser humano sea capaz de lidiar con las emociones, de desarrollar todas esas habilidades de comunicación y empatía para mantener un encuentro erótico con otra persona, basado en el disfrute de todos los involucrados y que a pesar de que se lleve a cabo un encuentro puramente sexual tampoco podemos dejar de lado el respeto hacia el otro o las otras personas que participen de dicho encuentro.
Si luego entonces con los encuentros puntuales de las aplicaciones de ligue muchas personas tienen la tendencia a puntualizar encuentros para “ follar “ Al menos se cuenta con el consentimiento de la otra parte que se encuentra de acuerdo. Sin embargo cuando se trata de un robot, las personas se ahorran inclusive ya esa forma de “ ligar “ , interactuar, buscar, se pierde totalmente ese instinto que existe en el ser humano por naturaleza de “cacería “ lo cual también contribuye al placer, la erótica y la satisfacción dentro de la sexualidad. Ahora prefieren tener un dispositivo, en algunos casos que pueden permitírselo un robot a su entera disposición, para usarlas en el momento que lo desean, que no pide nada a cambio, que no busca un placer propio.
Cierto es que los robots más costosos han logrado introducir la inteligencia artificial para que los robots puedan negarse en algún momento a prácticas sexo y no estar siempre disponibles, se les programa para que si se les toca de forma irrespetuosa, el maniquí responda diciendo NO a su dueño humano, también responden de forma más tierna cuando son tocados de forma más suave, tienen otro modo más romántico y otro modo más sexy, pero fuera de eso no tienen placer propio, por lo tanto debemos ser conscientes de que parte de el disfrute dentro de la respuesta sexual humana proviene de proporcionar placer a nuestras parejas o a otros participantes y gozamos con verles disfrutar también.
Los creadores de las Muñecas robóticas sensibles a el tacto agresivo, pretenden que a futuro estos robots puedan disfrutar del sexo y recordar conversaciones previas, lo segundo se encuentra dentro de las posibilidades, puesto que hay forma de crear algoritmos con memoria, sin embargo en lo personal no me explico el porqué seguirse esforzando en intentar reproducir en un dispositivo electrónico, en un robot a un ser humano, cuando contamos con ellos justo enfrente de nosotros.
Sin embargo las principales empresas desarrolladoras de estas muñecas (ReallDoll) que ganan cantidades millonarias, contemplan dentro de sus próximos proyectos y estando seguros de lograrlo para complacer a sus clientes, introduciendo la capacidad del robot para complacer las necesidades y fantasías sexuales con máxima eficacia, respetando y amando a su dueño por encima de todo, con esto os invito de nuevo a la reflexión y volviendo al análisis ¿A caso los seres humanos tenemos dueños? a quienes amamos y respetamos por encima de todo, ¿el verdadero objetivo de tener una pareja es complacerle y servirle en sus fantasías, deseos y anhelos? A mi me parece que cada día esto contribuye a una sociedad mucho más egocéntrica, egoísta, enfocada a poseer cosas sin dar nada cambio más que dinero, buscar hacer realidad sus propias fantasías sin consentimiento real, sin buscar a alguien que por voluntad propia coincida en los mismos objetivos y formas de satisfacción.
No todo es blanco o negro
Uno de los aspectos positivos en cuanto a la digisexualidad es que puede resultar una herramienta muy útil en personas con discapacidad.
En Inglaterra se ha celebrado ya un segundo congreso internacional acerca del amor con los robots, en lo que algunos expertos en la materia opinan que esto es benéfico para personas que han sufrido la pérdida de un ser querido, que se sienten solos o bien que han perdido algún miembro del cuerpo.
Mi opinión difiere en parte de estos profesionales, yo al igual que otros profesionales de la sexología y de las relaciones humanas pienso que la tecnología es sumamente útil, personas con discapacidad pueden disfrutar de los beneficios tanto de robots como de otros dispositivos electrónicos que les puedan proporcionar placer y satisfacción sexual, teniendo en cuenta que muchas de estas personas sus limitantes pueden además tener que ver con problemas en la capacidad de relacionarse inclusive una imposibilidad, lo cual no debería negarles satisfacer sus necesidades sexuales, siempre ésta la alternativa de recurrir a trabajadoras sexuales, sin embargo estoy de acuerdo en que la Digisexualidad apoyaría mucho a personas con capacidades diferentes en determinadas circunstancias.
No podemos olvidar que debemos procurar en el ser humano el trabajar en función de sus afectos, de superarse y trascender, por ejemplo en el proceso natural de una pérdida, existen etapas del duelo, en las que la persona puede requerir un apoyo terapéutico pero no tiene porqué discriminarse el resto de su vida para volver a relacionarse afectivamente con otra persona, limitándole a una sexualidad digital exclusivamente, lo cual no le hace una persona sana, aquellas personas que se sienten solas, es importante que aprendan a desarrollar sus habilidades y encontrar las causas del porqué no pueden construir relaciones exitosas, la solución no es negarse esa posibilidad y vivir acompañado de un robot.
Podemos ver situaciones extremas, sobre todo en Asia en donde hay personas que se sientan en una mesa de un restaurante a cenar con su pareja robótica, que les llevan de paseo en cochecitos o sillas de ruedas y que intentan mantener conversaciones con estas, es aquí donde la polémica puede ser sumamente amplia y variada, los seres humanos hemos nacido para ser seres sociales, eso no quita que algunos decidamos vivir en pareja y otros prefieren conservar su independencia en casa, pero con relaciones sanas basadas en el respeto consenso y convivencia.
¿Qué opináis acerca de la Digisexualidad ?
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Besos y hasta la próxima.
Gret de Lou