Cuando pensáis en la palabra sumisa, ¿Qué os viene a la mente? ¿Anastasia de 50 shades of Grey con su cara de “No rompo un plato” inocente y virginal? Pues nada de eso. Sí, yo también leí las 50 sombras del señor Grey y debo reconocer que hay cosas que tengo que agradecerle, ya que en lo personal me abrió la mente a este mundo de la dominación y sumisión que me era totalmente desconocido.

Y, seguramente, si piensan en un Amo venga a su mente esa imagen del hombre de negocios con mucho dinero, o ese hombre poderoso muy guapo y sexy con una fusta en la mano cuyo único defecto es que tiene algún problema mental que quiere descargar en una sumisa. Muy mal, eso sí que le ha hecho mucho daño a los juegos de dominación y sumisión, porque no es verdad. ¡Aunque no niego que ese hombre con la fusta nos pone un montón! O la dominatrix en tacones y vinilo con el látigo en mano. 

Los juegos de dominación y sumisión, o juegos de rol dentro del BDSM son sumamente amplios, tienen muchas vertientes y nos ofrecen una gama infinita de posibilidades en cuanto a juegos y erotismo. Por supuesto que existen sumisos y Amas o Mistress, pero hoy voy a enfocarme en las sumisas.

Yo comencé en el mundo del BDSM como sumisa, lo cual me hizo ser una buena dominatrix y especializarme como sexóloga en ser una buena mentora. 

Mi decisión de iniciarme como sumisa no fue fácil, pues mi personalidad es totalmente controladora y dominante además de ser una mujer altamente competitiva, lejos de lo que se pensaría de una sumisa yo soy una mujer dominante y determinada en mi vida cotidiana, pero eso también cansa en el día a día. En el aspecto relacional, vivía teniendo el control sobre los hombres y relaciones pero a mi sexualidad le faltaba una chispa. Cierto es que el mundo liberal es apasionante, y nos ofrece también una gran libertad para cumplir fantasías, sin embargo yo quería compartir otro tipo de juegos eróticos con mi pareja en donde pudiera cederle el control por completo. En el mundo swinger prefiero llevar yo la batuta, pero gracias al BDSM empecé a lograr desconectar, liberarme y disfrutar desde otra esfera, mientras jugábamos, como si estuviera en otro mundo. 

No es que las sumisas y personas que responden intensamente al dolor erótico tengan un nivel de respuesta anormal, son personas a las que más bien llega a parecerles monótono el sexo normal (o lo que se considera comúnmente normativo) y por eso necesitan una intensa estimulación extra para excitarse, a pesar de que también disfruten las sensaciones del sexo convencional como cualquiera. Las personas que disfrutamos de la sexualidad liberal y de las relaciones no monógamas encajamos bastante en este tipo de perfil, buscamos una versatilidad de sensaciones y de estímulos eróticos, por lo tanto a la gran mayoría de nuestros perfiles nos encajan los juegos de rol y fantaseamos con juegos de dominación y sumisión.

Otra de las maravillosas ventajas que nos ofrece el BDSM, es que este tipo de juegos centran el placer, disfrute y erotismo en todo el cuerpo, así como en múltiples sensaciones. No es una sexualidad centrada en el coito y en el orgasmo, ¡Créanme que el disfrute puede ser altamente superior descubriendo todas estas nuevas rutas de placer!

El tener deseos sadomasoquistas no es malo, y el querer cumplir esas fantasías es únicamente una manera distinta de disfrutar, jugar, de vivir el placer y el erotismo.

Para una sumisa en iniciación es básico el entrenamiento inicial, nosotras no conocemos nada de los momentos en los que se debe de sentar, arrodillar, pedir permiso, aceptar, negarse, el uso del collar… Es importante capacitarse, investigar, tomar algún taller de iniciación, pero además cada relación tiene sus propios parámetros y sus propias reglas. El contrato es algo fundamental ya que este tipo de relaciones consensuadas nos dan la absoluta seguridad de estar caminando en la misma dirección. 

Más adelante hay un camino completo de retos, oportunidades y vivencias maravillosas, de autoconocimiento, auto exploración y mucho placer y disfrute, en donde comenzarás a explorar tus propios límites, a darte cuenta cuál es ese punto exacto de disfrute, en donde descubrirás con qué intensidad de un látigo o fusta disfrutas del dolor erótico, y hasta donde. Aquí no se trata de quién aguanta más, ni de intensidad, sino de disfrute y de placer.

En cuanto a las responsabilidades, es curioso como desde afuera se ve como si la sumisa actuara totalmente en función al Amo, como si él llevara la batuta de todo y ella solamente obedeciera. Pero no es así, ella en todo momento debe conocerse, pactar sus límites y tiene la obligación de transmitirlos, de comunicar cuando disfruta y cuando no. Parte de su disfrute y placer está en agradar a su Amo (esto no suena tan extraño, a cualquiera nos gusta agradar a nuestras parejas), así mismo, una sumisa también debe de estar pendiente de él, de sus necesidades y ocuparse de conocerle perfectamente no solamente en cuanto a sus deseos, tarea muy importante, sino también de los límites de su amo. Podrá haber fantasías que ella desee cumplir, pero que se encuentran dentro de los límites de su amo y viceversa, esto no será una limitante, seguramente se podrá negociar incluso poder jugar con otras personas. Por supuesto que debe respetar y dar el lugar a su Amo, es una de sus responsabilidades principales al igual que pactar las normas que se le impongan, esto es parte del mismo juego, puesto que al desobedecer esas normas la consecuencia son los castigos, que tanto gustan a las sumisas. 

Las normas van a variar dependiendo de cada relación, o en cada situación, existen acuerdos en donde ella tiene responsabilidades para consigo y su amo no se inmiscuye en cuestiones privadas, habrá parejas que decidan que sí, habrá otras que serán negociadas como la indumentaria, vestimenta, cuándo usar el collar de sumisa, cuando no, si jugarán en público o en privado únicamente, si compartirán con otras parejas o no, pero esto ya formará parte de los acuerdos particulares en cada tipo de relación. 

Curiosamente, para muchas personas esto puede representar una invasión a la privacidad e individualidad de la persona, sin embargo también para la sumisa puede significar algo importante en el tema de la dominancia, pertenencia y posesión. Como he dicho, las preferencias y acuerdos que existan entre ambos serán variables, las negociaciones de lo que se permite o no, sin embargo varias medidas tendrán que ver con la propia atención y cuidado del Amo hacia su sumisa.

La confianza es de los fundamentos principales en una relación BDSM y de Amo-Sumisa, este término también puede ser relativo para las parejas, tendrán que definir qué es lo que significa confianza y lealtad para cada uno y cuáles son los términos que deben de comprenderse en la relación. 

Las sumisas deben aprender a confiar plenamente en su Amo entendiendo que él está actuando para su mejor y mayor interés en el desarrollo y crecimiento del camino hacia la sumisión, que todo lo que él le solicite ella deberá cumplir gustosamente, pues sus órdenes son para su propio bienestar. En el caso de no comprender alguna orden o mandato y cuál es su objetivo y la función, deberá hablarse hasta que quede claro cuál es el beneficio para el crecimiento de la relación, así como introducir negociaciones o cambios en los acuerdos conforme se vaya evolucionando y avanzando en el camino, de esta manera se podrán exponer las necesidades que van surgiendo. Algunas veces el Amo le solicitará realizar cosas difíciles incluso hasta embarazosas (aquí pueden entrar por ejemplo los juegos de exhibicionismo, incluso misiones que se pueden realizar en un club liberal) pero ella comprenderá que es para el beneficio y placer de ambos. 

Cuando la sumisa y el Amo adecuados se encuentran ella tendrá un crecimiento, sanación emocional y espiritual sin igual, aprenderá a amar de una manera libre y diferente, descubrirá un poder y una fuerza interna sin igual, aprenderá a vivir el momento presente libre de preocupaciones, confiando en plenitud, seguir viviendo esa sensación de protección y cuidado. Su dominante, al ser el Amo adecuado va a vivir un desarrollo excepcional como un gran maestro, protector y ser el principal proveedor de amor, refugio y comprensión para ella, experimentará una sensación sin igual al ser su proveedor máximo de placer, de afecto y satisfacción, de lograr la total y plena confianza de ella en él, así como el control, disfrutará de un amor sin límite y devoción por parte de su sumisa, al igual que tener una constante fuente de inspiración para crear más proyectos e historias, fantasías llenas de diversión, disfrute y de placer.

Se encontrarán recorriendo un camino infinito y sin límites de placer mutuo, de disfrute, siendo cómplices de todos los momentos de su vida puesto que se conocen más profundamente y tienen los más altos niveles de comunicación, desarrollando una admiración del uno por el otro. 

By Gret de Lou