¡Feliz semana mis querid@s lectores!

Hace tiempo, cuando comencé a escribir acerca de las parejas Cuckold, recibí un comentario de una chica en el que me decía que mucho se habla de Cuckold y, sin embargo, casi nadie conocía el término Cuckquean. Por supuesto que le di la razón y le prometí que pronto publicaría un artículo del tema para comenzar a darle mayor visibilidad. 

La verdad es que no tiene gran diferencia con el artículo anterior en cuanto a la definición básica, solamente que encontramos aquí que en vez de haber un «Cornudo» en masculino, nos referimos a una «Cornuda», persona que se identifica como mujer.

No vale confundir esta práctica consensuada, y que sobre todo excita a la mujer, con lo que sucede en el mundo vertical, que son infidelidades consentidas. El mundo vertical se encuentra lleno de acuerdos de este tipo en los que, sin entrar en muchos detalles, las mujeres deciden hacer la vista gorda sabiendo que las parejas disfrutan de sus aventuras fuera del matrimonio. Ellas prefieren que no se les cuente nada o, en muchos casos, tampoco está hablado, son infidelidades a secas. Sin entrar en mucho detalle en este tema, lamentablemente muchas mujeres que también me toca ver en mi consulta han perdido el interés por la sexualidad y la erótica y hay una desconexión total de su cuerpo por el paso del tiempo o después de haber sido madres. Además, existen una infinidad de tabúes para explorar otras prácticas eróticas, con el tiempo se van desconectando cada vez más y muchas prefieren que sus maridos busquen fuera algo que ellas no les interesa desarrollar más, que es el sexo. Otras prefieren no preguntar. Es triste que a veces por mala información, por fenómenos culturales, las mujeres quedan desconectadas del placer.

Aunque hay una generalidad que define dicho juego de rol y la voy a definir ahora mismo, no nos referimos a una etiqueta tal cual y propiamente dicha, precisamente conozco otras variantes de esta práctica que también os contaré y que también definen este fetichismo.

Dentro del mundo BDSM y fetichista, ambos términos son bastante conocidos, ya que además dentro de los juegos de rol se incluye la práctica de la  «Dominación» y  «Humillación». De hecho gran parte del interés de esta práctica suele originarse del morbo que origina el juego de rol. Por supuesto, el motor que debe mover a una  Cuckquean  es la excitación y el erotismo.

Antes que nada, nunca sobra decir que es un juego acordado primero por la pareja y posteriormente con las demás participantes. Y digo las ya que principalmente aquí quien lleva un rol dominante es el hombre (pareja heterosexual). Ella tiene un rol sumiso y él juega con otra chica que incluso muchas veces ambos han elegido, en muchas ocasiones la esposa y la pareja en juego son bisexuales, y si el marido lo autoriza jugarán entre ellas o los 3 juntos. Me refiero a marido, pero también puede ser pareja estable, entiéndase de este modo.

A las cornudas que les gusta vivir este rol podemos encontrar diferentes razones por las cuales esto despierte su excitación. Existen mujeres súper voyeuristas, y les excita poder ver a su pareja con otra o inclusive con otro chico hablando de prácticas bisexuales. Contemplar la escena en posición de espectadora puede ser muy excitante. En otra versión de este juego, que no suele ser la comúnmente conocida, ella puede dominar la situación y organizar toda una representación teatral en la que de cierto modo también domina la situación y puede disfrutar del juego masturbándose o simplemente observando.

Otro de los casos en donde es muy común la puesta en escena de una Cuckquean es aprovechar a jugar cuando tiene la regla, nadie dice que no se puede tener sexo durante ese periodo, al contrario, hay quienes lo disfrutan mucho, dependerá de los gustos de cada una y algún día os contaré hasta el fetichismo con la menstruación; sin embargo, hay mujeres que no se sienten cómodas, pero disfrutan mirando a su pareja en el acto.

Hoy en día que cada vez estamos más abiertos en este mundillo a la bicuriosidad. En las chicas, prácticamente la mayoría cuentan con un perfil que así las define y los hombres cada vez se van abriendo más y quitando estos tabúes. Para muchas mujeres resulta muy erótico el ver a su pareja con otro hombre o bien en el caso de hombres que tienen claro el placer sexual con otro chico, es una excelente forma de experimentarlo elevando el morbo si su pareja femenina se encuentra presente disfrutando del acto. 

Lejos del significado de esta palabra en el mundo vertical, donde una cornuda es el sinónimo de sentirse denigrada o tiene una connotación negativa, e inclusive de quedar en ridículo, aquí es todo lo contrario: implica empoderamiento y control en este juego de rol de las eróticas alternativas.

Finalmente, cierro este artículo con la mencionada parte del BDSM Cuckqueaning con la «Humillación erótica». Resulta bastante común esta práctica en los juegos de rol de dominación y sumisión, aunque debe implicar el mismo aprendizaje de las bases del BDSM para que pueda ser sano, seguro y consensuado, sobre todo porque la humillación requiere de un juego mucho más astuto y estudiado, entendiendo que por supuesto se disfruta con dicha práctica. Dicho esto dentro del BDSM esta práctica se puede dar de dos formas: 

1. A la mujer le gusta tener el rol de sumisa y a la vez cornuda. Le gusta el juego de la humillación y a la vez disfruta de ver a su Amo disfrutar con otras mujeres. A veces él puede otorgarle el permiso de participar, si ella lo solicita, y al final de haber estado con otra u otras mujeres o de haber terminado con la que está, ya decidirá en qué grado participa su esposa (jugando con la otra, que las otras jueguen con ella, que jueguen todos o solo con su marido para cerrar el acto). Uno de los castigos dentro de estos juegos de rol podría ser ponerle un cinturón de castidad y que no tenga permiso para masturbarse y solamente disfrutar de verle ponerle los cuernos. Por supuesto, como he explicado, esta mujer adopta dicho rol porque le excita y porque inclusive representa un fetichismo.

2. Por otro lado, puede existir el rol a la inversa como una FemDom, en donde ella disfruta de las relaciones sexuales de su pareja, como lo he descrito en las líneas anteriores.

Más inmerso ya en el mundo liberal, además de incluir BDSM, humillación también se puede jugar en ámbitos de orgías y por supuesto ambiente Swinger. 

En los fetiches no hay normas, cada quien juega con lo que más le excita y a lo que más le apetece. También es válido ir probando distintas cosas, entendamos que hay parejas que llevan esto como un estilo de vida, y seguramente en el momento irán probando variar la situación dentro de los roles. 

¡Se dice que las Cuckquean empoderadas son minoría! Ya me contaréis si hay alguna por aquí.

Feliz fin de semana y hasta la próxima