Depresión y sexualidad
¡Feliz semana a todos!
La semana pasada fue el día mundial de la salud mental, así que hoy os hablaré de una enfermedad bastante común y cómo afecta a la sexualidad.
Cuando se padece depresión surgen síntomas como la tristeza, apatía, falta de energía, pérdida o aumento de peso, quizás también se pueden tener dificultades para la concentración, lo cual disminuye la productividad laboral. También pueden existir trastornos del sueño como puede ser tener insomnio o querer dormir demasiado, puede haber una dificultad para tomar decisiones y un desinterés general por actividades que incluso resultaban gratificantes anteriormente, por lo tanto, la sexualidad puede que no sea la excepción. Sin embargo, esto dependerá de muchos factores, ya que una buena sexualidad sigue retroalimentando con hormonas que ayudan a combatir la depresión.
Algo que caracteriza a la depresión es esa incapacidad de disfrutar, en consecuencia, nos estamos refiriendo al placer y ahí es donde se puede ver afectada la función sexual. Cuando no sentimos placer, por ende el deseo disminuye, incluso desaparece, esto no es un tema únicamente mental, existen sustancias químicas que funcionan como neurotransmisores que en estos trastornos se encuentran alterados y esto es lo que inhibe el deseo sexual.
Indudablemente, la depresión es una enfermedad que debe de ser tratada, principalmente con psicoterapia; sin embargo, en los casos en los que se requiere medicación, aquí se presenta una complicación adicional debido a que hay fármacos que afectan más la vida sexual. Obviamente, dependerá del tipo de fármaco, existen diferentes alternativas en el mercado, lo que está claro es que aquellos antidepresivos denominados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina van a frenar el impulso sexual. Con el paso de los días se producen más dificultades como pueden ser retrasos en el orgasmo, ausencia del mismo tanto en hombres como en las mujeres, en las mujeres también puede repercutir en la sequedad vaginal. También existen otros medicamentos que se encargan de incrementar la dopamina y/o noradrenalina así como otros medicamentos conexiones distintas.
Indudablemente, se recomienda preservar y estimular la sexualidad de las personas con depresión, como decía al principio del post. Siempre el buen sexo contribuirá a generar hormonas de bienestar, por lo tanto, resulta fundamental la terapia de pareja y terapia de asesoramiento sexológico, ya que por supuesto habrá situaciones que comprender y gestionar en pareja, aunque no tengan que ver con la sexualidad, sino con la forma de relacionarse durante esta etapa. Esta es una enfermedad que requiere de empatía, comprensión y apoyo, porque la otra parte de la pareja también sufre de alguna forma la enfermedad. Tengamos en cuenta que vive a manera de rebote los síntomas de quien la padece, así como el duelo de haber perdido a su compañero o compañera y como los trastornos en la vida sexual, todo esto se puede convertir en un problema enorme para ambas partes que finalmente termine por destruir la relación.
Siempre que el personal sanitario comience a tratar a un paciente con depresión debería ser de vital importancia que le remitiera al sexólogo o sexóloga, ya que además está visto que muchos pacientes cuando se medican y empiezan a empeorar en cuestión de la vida sexual en un alto porcentaje abandonan la medicación. Esto puede resultar contraproducente, pues cuando no se habla de la sexualidad, los pacientes pueden abandonar el tratamiento antidepresivo antes de los seis meses, llegando a un 75% de la deserción porque su vida sexual se ve afectada y, por lo tanto, puede peligrar la relación de pareja.
Cada caso debe valorarse de manera particular, existen diferentes alternativas que hagan sentir mejor a ambas partes en la relación. Se puede jugar con diversas condiciones ambientales, con distintas eróticas alternativas que causen novedad y entusiasmo, pero también muchas personas necesitan hacer una pausa y no sentirse presionadas, de contacto erótico, de demostración de afectos que no vayan directo al coito. Sin embargo, necesita apoyo y acompañamiento para poder encontrar las soluciones que convienen y ayudan a ambas partes de la pareja mientras la psicoterapia y o medicación surten efecto para regresar a un estado normal.
Las personas que se encuentran dentro de un estilo de vida Swinger habrá que ser cauteloso. Como ya he dicho, no se puede generalizar y cada caso tendrá sus particularidades; sin embargo, si la relación de pareja no se encuentra bien y estable en esos momentos, si los estados de ánimo están fluctuando, puede ser que no exista interés por el Lifestyle para una parte, pero quizá la otra pueda querer buscar una escapatoria y un desahogo aquí. Tocaría revisar acuerdos para ver si ambos hacen una pausa, lo cual sería lo más correcto, esperando a que la otra parte se recupere y no le afecte más la situación.
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Besos,
Gret de Lou