Esta semana se estrena la película de Barbie. Para muchos de nosotros fue un icono en nuestra infancia. Para muchos lo sigue siendo, al igual que muchas otras muñecas, así que aprovecho para contaros que si les gustaba jugar con Barbies o imaginar que eran ellas, tal como a mí me encantaba de pequeña, pues hay personas en edad adulta que siguen llevando ese amor o filia por las muñecas a otro nivel. Nada más y nada menos al erotismo y juegos sexuales.

No me estoy refiriendo a jugar con una muñeca hinchable, sino al fetichismo de la transformación de una persona en muñeca. Por lo tanto, cualquier tema que verdaderamente tenga referencia con fantasías eróticas y sexuales relacionadas con muñecas tendrán cabida, esto puede ser con muñecas personificadas, es decir reales, pero también tengamos en cuenta que el mundo virtual hoy en día es muy amplio, así que también estarán incluidas aquellas muñecas animadas.

El día de hoy nos enfocaremos más a hablar deel fetichismo de muñecas personificado.

‌Existen fetichismos que son mucho más comunes en unas zonas que en otras. Hablando de países y sus preferencias, este fetichismo también está muy relacionado con Japón, en su parte virtual con el anime japonés, aunque ese ya es otro tema que lleva además su propio nombre (Hentai).

Haciendo alusión a Japón, en la mitología japonesa hay un significado que a mí me parece precioso en cuanto a lo que simboliza una muñeca. Estas son consideradas portadoras de almas y a través de ellas se encuentra el intercambio entre ser viviente y lo artificial, también es una forma de perpetuar una belleza para siempre a diferencia de la belleza física temporal de una persona. Por otro lado, también existían las leyendas de las muñecas vivas, en donde en ciertos momentos las muñecas cobraban vida para encontrar un alma humana, también define una creencia de que con amor se puede dotar de vida a un objeto inanimado que se ama.

Este fetichismo puede existir tanto en hombres como en mujeres. No está únicamente enfocado a la parte femenina, sabemos que hay muchos hombres que disfrutan de este tipo de prácticas como el crossdresser, aunque en este caso nos estamos refiriendo particularmente a las muñecas. Lo más común es transformarse en un estilo Barbie, estas personas se excitan transformándose en dicha muñeca, con las características de pechos grandes, cintura pequeña, tacones, en su mayoría rubias, pelo largo, así como todos los outfits que conlleva la clásica Barbie a juego.

Como podéis ver, el placer viene desde el disfraz y la transformación, eso y, obviamente, ver el resultado final es lo que realmente excita. Pero hay algo más, este juego puede combinarse en muchas ocasiones con juegos de dominación y sumisión, es decir, un juego de rol en el que existe una parte dominante y la muñeca es la parte sumisa.

Aquí el desarrollo puede tener múltiples facetas, cada quien crea sus reglas del juego; sin embargo, a la parte dominante le resultará excitante decidir cómo viste a su muñeca, como se debe de peinar, qué accesorios debe utilizar, además en el caso de un evento público también disfrutará de mostrarla orgullosamente. La parte sumisa asimismo disfruta de ser cosificada y sentirse como objeto, también de ser exhibida, por supuesto en la parte sumisa actúa como muñeca.

Llevándolo al siguiente nivel del plano sexual, también se desarrolla como un juego de dominación y sumisión, en el que la muñeca permanece como tal, callada como una Barbie que le gusta ser admirada y ser vista, pero inmóvil, dejando que su dueño les haga lo que quiera. Aquí cabe resaltar prácticamente con mayúsculas en este párrafo que previamente se ha acordado dentro de los juegos de BDSM qué prácticas están incluidas en: «Hacer de todo». Evidentemente, además, por mucho que la muñeca permanezca callada, tiene una palabra de seguridad que también fue previamente pactada y que será utilizada si desea cambiar o detener el juego.

Existen casos más extremos en donde las personas se realizan intervenciones quirúrgicas para poder aparentar ser verdaderas muñecas. Como he dicho, es algo que puede suceder en hombres y mujeres y puede convertirse en un trastorno parafílico y no en una fília. Existen personas que, no solamente relacionado con un tema de fetichismo, es decir sexual, se han sometido a innumerables cirugías para poder parecer Barbies o alguna otra muñeca, refiriendo que les hacía sentir más sexys, invirtiendo millones en cirugías que muchas comienzan a efectuarse incluso antes de la mayoría de edad. Esto, no obstante, ya es harina de otro costal y otro tema de debate distinto.

Por el momento, dentro de un contexto sano, y para ampliar vuestros conocimientos eróticos y fetichistas, ya sabéis que existe y que hay quienes disfrutan con la dollificación en espacios de tiempo convenidos y consensuados para elevar un disfrute erótico y sexual también utilizado dentro del contexto de los juegos de dominación y sumisión.

Feliz semana,

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Besos

Gret de Lou