Hola, mis queridos followers, hoy os cuento acerca de un tema que me habéis pedido cuando escribí sobre la dominación femenina. Y es que este tema requiere un post aparte, ya os cuento que muchas por aquí se encontrarán deseosas de ser todas unas dominas financieras y recibir tributos, pero la cosa no es así como pedir por pedir, puesto que lleva detrás todas unas especificaciones, una preparación y un talento.

Por supuesto es un tema que se ha asociado con la prostitución, un poco sobre la línea de los Sugar Daddys, pero desde el BDSM; sin embargo, tienen un contexto distinto y a continuación vamos a ver por qué.

Lo primero, y de lo más importante, es que la Dominatrix debe ser profesional, ella estará formada para todo tipo de juegos de prácticas BDSM, no obstante, la cuestión de dominación financiera únicamente es una rama de ellas.

Entendemos que los sumisos sienten una profunda admiración por su Ama. En general, los sumisos suelen sentirla por las mujeres dominantes, pero desean hacer todo por complacer a su «Señora». Dicha situación además les excita sexualmente, desde pensarlo, y al llevarlo a cabo les genera un profundo placer.

Dicha rama del BDSM pertenece a la sumisión y el control mental, inclusive es una de las más difíciles de lograr por ambas partes, tanto en la parte sumisa como en que la parte dominante logre llevar a cabo ese control sin abusar de una forma real, tampoco modificando o manipulando la personalidad y el ser de las personas.

Curiosamente, lo que excita a la parte sumisa será ese control mental siendo abusado económicamente por su Dominatrix, dicho parámetro recordemos que es dentro de un contexto de juego erótico consensuado y en el cual deberán existir límites bien puestos.

Pues os contaré de algunas situaciones en las que puede presentarse, esto puede ser en una relación de pareja D/S (dominante/ sumiso), o bien, como he comentado, en un contexto de una Dominatrix profesional.

Generalmente, en un contexto de pareja lo que se lleva a cabo es un control absoluto de gastos por la parte dominante, quien ya está primero que nada al tanto de sus ingresos, así como sus gastos, siendo la parte dominante la que tiene el control de qué es lo que puede o no puede gastar. El nivel de esta práctica puede variar, entre quedarse con una parte mínima para la supervivencia y después lo que considere la parte dominante o bien que la parte dominante se encargue de la administración total.

Otro escenario es que la parte dominante tenga una tarjeta de crédito o de su cuenta de ingresos adicional del sumiso y, dependiendo de la situación, si estamos hablando de una parte sumisa con bastante poder adquisitivo, puede tener casi carta abierta a utilizar dicha tarjeta. Otras veces el sumiso abona una cantidad fija mensual como tributo, así que mensualmente se siente completamente extasiado y excitado de poder llevar a cabo esta pensión con regularidad.

La cosa puede ir a más, podemos hablar de que la parte dominante le compre alguna propiedad, un coche, joyas, etc. También incluye otro tipo de regalos como pudieran ser ropa, lencería, tacones… todo esto puede asociarse incluso a otros fetichismos que pudiera tener la parte sumisa, compartido incluso con la parte dominante que le guste utilizar este tipo de artilugios. Por ejemplo, existen muchos sumisos que son amantes del látex, cuero, lencería y no hay nada que les genere más excitación que ver a su diosa vestida con estas prendas. Ya dependerá del arreglo que tengan, puesto que la felicidad del mismo está desde imaginarse que puede hacerle dichos regalos, pagarlos o en ver cuando le llegue el estado de cuenta de la tarjeta. Hoy en día la tecnología favorece muchísimo, así que ella puede enviarle fotografías cuando salga de shopping, e inclusive fotografías con las compras puestas, como pudiera ser el caso de lencería, tacones y los anteriores mencionados.

Como podéis ver en ningún momento he mencionado el sexo, tampoco un BDSM que tenga que ver con látigos y fustas, ¿¡Os podéis creer que en algunas situaciones ni siquiera se conocen en persona!? Pues sí, algunas Dominatrix tienen adjuntos en sus perfiles hasta una cuenta de Amazon con su Lista de deseos, otras únicamente es ese contacto vía cibernética y la forma en que le hace llegar los regalos.

Lamentablemente, esta puede ser una de las prácticas más peligrosas, el BDSM tiene muchas vertientes, pero la psicológica si no se lleva bien a cabo puede incurrir en más problemas muy difíciles de manejar, obviamente mucho más que una herida física. Resultan bastante frecuentes las relaciones de abuso y problemas de personalidad en este sentido, muchos sumisos financieros tienen una gran pérdida de autoestima y su único valor es el económico que pueden aportar a otra persona. En otros contextos, aunque la persona no tuviera un problema de autoestima, sí que tiene un problema importante en la forma de recibir placer y excitarse, siendo la única gastando dinero en este sentido. Es una causa muy frecuente de consulta aquel sumiso que lo ha perdido prácticamente todo, que se puede quedar en bancarrota. Os lo digo literal, ni siquiera han podido venir a pagarme una consulta, y quizá cuando ahorraron en el dinero para pagar una consulta vuelven a gastarlo en querer complacer a una Dominatrix que, por supuesto, no tiene ética ni principios, porque una buena dómina sabría cómo ejercer cierto control mental para mantener el equilibrio o definitivamente no jugar con personas que no se encuentran sanas psicológicamente. Esto puede llevar a destruir familias y, por supuesto, vidas.

Otro caso real y curioso que se me presentó fue alguien que me contactó para pagar la consulta por adelantado, comentándome su problema, pero que claramente me percaté que no iba a asistir a la consulta, sino que lo que realmente seguía retroalimentando era su problema, solo quería pagarme incluso sin recibir la atención a cambio.

Desde el lugar sano es algo muy divertido, os he presentado esta forma de juego a una mayor escala, pero ¿Qué os parecería un fin de semana en pareja jugando al rol de Dóminas y Dominantes financieros? Este tipo de rol en su mayoría se lleva a cabo entre Dominatrix y sumiso, pero por supuesto puede existir a la inversa.

Espero os haya gustado.

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Besos 

Gret de Lou