El alcohol y el sexo
¡Feliz semana, queridos followers!
Hoy trataremos un tema del que ya he hablado un poco antes con respecto al vino; sin embargo, me gustaría ampliarlo más, dado que, en nuestra cultura, es muy frecuente iniciar un encuentro sexual después de haber tomado unas copas. Mucho más en nuestro mundo liberal, en donde precisamente en los clubs tenemos incluido con la entrada un par de copas, porque precisamente solemos asociar ambos placeres.
La realidad es que este hábito se puede convertir también en un condicionamiento que refuerza la conducta, en el que el sexo se convierte en un refuerzo añadido al sabor y la situación lúdica de beber, es por ello que ese hábito se encuentra fortalecido.
El alcohol no funciona como estimulante sexual, no obstante, como ya tratamos en el post acerca del vino, en bajas dosis funciona como un desinhibidor. En este caso promueve y provoca la respuesta sexual, se ve estimulado en erotismo y percibir mayor atracción precisamente debido a la desinhibición, pero hay que tener en cuenta que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, por lo que más bien va a contribuir poco a la respuesta sexual.
El alcohol va a actuar en dos niveles: una alterando la transmisión de los impulsos y otra ocasionando alteraciones hormonales. Existe un estudio que se llevó a cabo en la mosca de la fruta, que demuestra que la administración crónica del alcohol modifica la actividad de la dopamina en el cerebro, misma que está relacionada con el placer. Los machos comienzan a cortejar a otros machos y si la dosis de alcohol disminuye nuevamente comienzan a cortejar a las hembras.
Un estudio bastante curioso, que podría dejarnos qué pensar y hacer algunas reflexiones con respecto al ser hetero flexible. Muchas personas dentro del ambiente consideran que pueden jugar con personas de su mismo sexo en las situaciones puntuales en un club, sin embargo, también podríamos reflexionar si estas situaciones tienen que incluir alcohol de por medio para llegar a la desinhibición, u otro tipo de efectos que genere a nivel de neurotransmisores hormonales que hacen tener ciertas preferencias o inclinaciones.
Por otra parte, las concentraciones bajas de alcohol, como ya lo he mencionado, sí que tienen un efecto intensificador del deseo, la excitación y la erección, pero al exceder la dosis, es decir, probablemente con unas dos o tres copas hablando de licor, las erecciones se pueden ver levemente suprimidas o tener algún efecto de eyaculación retardada. Esto es variable debido a la tolerancia de cada persona por su peso, talla, el que haya comido algo antes, entre otros factores.

Por supuesto estos efectos serán distintos entre hombres y mujeres, en el artículo del vino, hablé de algunos estudios interesantes en cuanto a efectos positivos con bajas dosis acerca de la ingesta de esta bebida, recordad que el alcohol que proviene de los licores es distinto al vino e inclusive a la cerveza.
En el caso de las mujeres, en pequeñas dosis, no hay efectos prácticamente significativos en la respuesta sexual. Ojo, no estoy hablando del deseo y la excitación, estoy hablando de mera respuesta sexual; sin embargo, después de dos o tres copas puede haber una reducción marcada del flujo sanguíneo vaginal y retrasar el tiempo del orgasmo, así como la respuesta del mismo.
Aquí podemos encontrar una teoría por la cual muchas mujeres refieren que en los clubs pueden estar altamente excitadas y atraídas por el ambiente, el juego, argumentan pasárselo muchas veces fenomenal jugando con otras personas y compartiendo ese despliegue erótico, sin embargo, muchas dicen no poder conseguir un orgasmo. Evidentemente, sin entrar en materia de que el orgasmo no es el objetivo, sino el verdadero placer puede estar en el camino y en el disfrute, dicha situación puede deberse evidentemente a la cantidad de alcohol, así como otros factores que las mujeres necesitan para poder conseguir una respuesta orgásmica. Una alta concentración de alcohol interfiere con la lubricación vaginal e inclusive bloquea la respuesta. Lo interesante de todo esto es que, como ya he dicho, el orgasmo puede ser una cosa, pero las mujeres suelen referir sentirse más provocativas, experimentar sensaciones sexualmente más intensas y satisfactorias a mayor nivel de alcohol.
Evidentemente, esto también tiene una relación amplia con que se encuentra alterada la parte cognitiva y hay una importante liberación de la represión educativa restrictiva y los estigmas. Es por ello que las mujeres se permiten disfrutar una sexualidad libre y con mucha más razón en un ambiente favorecido swinger o liberal, se permiten vivir desde la parte instintiva, sin tabúes y conflictos de supresión e inhibición en el momento.
Lamentablemente, suelo tener en consulta muchos de estos casos, puesto que al día siguiente o los días subsecuentes se presenta una especie de resaca mental, y no precisamente la mera resaca del alcohol, sino vivir en los días posteriores dándole la vuelta a la situación, sintiéndose culpables o negando que lo disfrutaron y lo pasaron bien, puesto que esa parte cognitiva nuevamente se encuentra activa con ese juez interior que hace falta reeducar.
Como todo es una cuestión de autoconocimiento, cada quien sabe las cantidades justas para lograr ese punto de desinhibición y de erotismo sin pasarse, puesto que al exceder los límites de la desinhibición cortical puede ser tal, que hace que también las personas se salten los acuerdos e inclusive violen normas tan importantes como el consentimiento llevando a severos problemas.
Recordemos que todo tiene su punto de placer y erotismo si sabemos encontrar la dosis y la situación perfecta.
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Besos y hasta la próxima.
Gret de Lou