Hola a todos mis queridos lectores, espero hayáis pasado unas felices fiestas, os cuento que esta semana he decidido dedicarla a hablar en todos mis espacios y redes acerca del Shibari, también podéis encontrarlo con el nombre de kinbaku, siendo un tipo de bondage. 

Entonces comencemos por las definiciones, aunque más adelante os escribiré bastantes Post acerca de el BDSM ( Bondage, Dominación/ Sumisión, Masoquismo), que como sabéis es una de mis áreas de especialidad, es importante describir lo que significa bondage, para tratarlo por separado como arte erótico. 

El Bondage es una forma de restricción de movimiento, que puede llevarse a cabo con distintos materiales, como pudieran ser cintas, esposas, vendas etc., dentro del BDSM se utiliza de distintas maneras, por supuesto siempre con el objetivo de provocar deseo sexual a la persona atada, incluso placer, esta técnica por si sola provoca una sensación de poder a quien lo ejerce y al mismo tiempo que la persona que es atada le excita situarse en la parte vulnerable, esto por supuesto entra dentro de los juegos y fantasías de dominación y sumisión, puesto que estos juegos hay que pactarlos y deben de ser seguros y consensuados, mediante negociaciones y acuerdos.

Sin embargo como  éste artículo está dedicado a la parte artística y las ataduras eróticas, en  dicho contexto los orígenes se sitúan en Japón en el siglo  XVI, inicialmente se utilizaba como una práctica para inmovilizar a oponentes, enemigos y prisioneros, siendo una práctica bastante elaborada por los guerreros, inclusive los nudos, los colores de las cuerdas tenían sus propios significados dependiendo del tipo de prisionero, el delito que hubiese cometido, con los puros nudos podían dejarle en el suelo sin respiración inconsciente. 

Quien transforma este tipo de ataduras en arte ya en el siglo XIX es Ito Seiyu, por eso le conocemos como el padre del kinbaku, posteriormente ha ido evolucionando de diferentes formas encontrando diferentes maestros con grandes aportaciones y técnicas propias.

Las cuerdas nos proporcionan diferentes tipos de placer y erotismo, en primer lugar el visual, hoy en día encontramos muchos tipos de fotografía erótica relacionadas con las cuerdas, artistas y grandes atadores que hacen presentaciones públicas para que las personas puedan admirar sus técnicas, sus tejidos, sus nudos, no solamente existen amarres a nivel del suelo, sino que de igual forma se puede ir evolucionando a las  suspensiones, donde la persona atada se cuelga desde ciertos puntos a la altura, por supuesto que son técnicas que requieren de mucha práctica, técnica y seguridad. 

Algo de lo que siempre hablamos en sexología es que es importante no centrarnos en los coitos y las relaciones sexuales finalistas, sino que debemos ampliar nuestros mapas de erotismo y de placer, en lo personal en el Shibari encontré todo un mundo de placer y de descubrimiento, el roce y la sensación de las cuerdas sobre mi cuerpo, los nudos, la conexión con mi pareja no verbal mientras va atando, el aprender juntos los tipos de presión para atar, comenzamos a darnos cuenta que existen ciertos tipos de estimulación y de contacto que nos producen tanto placer y nos erotizan tanto, que no necesitamos tener sexo explícito para gozar y disfrutar. 

Nos volvemos fetichistas de las cuerdas, de la sensación y el roce áspero en la piel, fetichistas de las marcas que nos dejan después de ser atados, de la sensación de restricción y de el control mental que debemos tener cuando estamos atados o bien cuando se va a llevar a cabo una suspensión, Y luego al estar suspendido la sensación de volar por unos instantes, al mismo tiempo que se lleva a cabo un control mental por la sensación de restricción, y de confiar plena y absolutamente en el atador es completamente excitante, emocionante, el mejor generador de adrenalina, por supuesto para quien ata también con lleva lo suyo, toda esa concentración de crear una obra de arte, de dominar y cuidar cada detalle, para posteriormente poder contemplar su obra maestra final, para mí todo esto es arte puro en equipo.

Por supuesto para llegar a este resultado final se requiere de mucho tiempo, preparación de la técnica, por supuesto paciencia, probar a ver si nos sentimos mejor atando o siendo atados, hay quienes se consideran como switch ( que pueden adoptar un rol otro). El arte de atar dentro de la sexualidad para mí es de mis favoritos, sin embargo quizá la desventaja es que requiere un aprendizaje guiado, cualquier amarre que entorpezcan la circulación, que pase por alguna zona del cuerpo que no puede ser atada, alguna cuerda o algún nudo que pase sobre algún nervio y realice una compresión fuerte, puede causar lesiones muy graves e inclusive permanentes, por supuesto las suspensiones son de cursos avanzados, ya que requieren un entrenamiento especial y de mucha práctica. 

Sin embargo la suspensiones ya las dejamos para los verdaderos fetichistas y amantes del Shibari, las ataduras sencillas, que simplemente adornan el cuerpo, También se pueden hacer pequeñas restricciones en manos y pies son juegos que enriquecen muchísimo la sexualidad, que a las parejas pueden dar un toque diferente y diverso a su Erótica. 

Si no tenéis pareja es muy recomendable que de querer practicarlo busquéis alguna pareja de juego formal, las cuerdas no es algo que se pueda practicar con cualquier persona que conozcamos ni es para todos, debe existir una química especial y sobre todo confianza plena y absoluta, además de seguir creciendo y aprendiendo juntos, recordemos que para jugar sexualmente en el mundo kink no necesitamos una pareja emocional estable necesariamente, sino también podemos considerar una pareja con la que haya esa química, esa empatía y confianza para desarrollarlos en la parte sexual y erótica. 

Feliz fin de semana 

Besos 

Gret de Lou