El día 13 de abril está señalado como el «Día mundial del beso» y resulta ser un tema sumamente importante en el mundo liberal. El beso se encuentra dentro de las reglas de oro a negociar en los acuerdos de pareja, sé que la mayoría ya lleváis mucho tiempo por aquí, pero quizá fue algo que os haya costado negociar al principio, quizá haya cambiado vuestra perspectiva sobre el tema, o bien otros no podréis entender el por qué algunas parejas hacen de los besos algo exclusivo de la pareja. Os hablaré un poco de ello. 

Dentro de las reglas del mundo swinger, siempre es recomendable que las parejas conserven ciertas prácticas y actos de exclusividad entre ellos: situaciones especiales, acciones que diferencian su sexualidad individual de la que es compartida, ya sea con otra pareja o con terceras personas. Los besos es una práctica de lo más común que se suele «reservar» y es que, más allá de la «ciencia de los besos», muchas parejas consideran que besar es algo «romántico», un acto de intimidad y de cariño. Recordemos que las personas liberales lo somos en lo sexual, pero no en el amor o en lo romántico, inclusive algunas personas poliamorosas tampoco besan a algunas de sus relaciones. Dicho esto, el ver a tu pareja besando a alguien más puede resultar en una sensación desagradable y de celos, resulta chocante, y es que muchas personas no aíslan el acto sexual de los besos, aunque estos mismos forman parte del acto erótico-sexual. Sin embargo, quienes no van a mantener relaciones a largo plazo prefieren muchas veces omitirlos. Otro ejemplo es el de las trabajadoras sexuales, que en su gran mayoría también llevan a cabo casi cualquier práctica excepto los besos.

Dentro de la ciencia que hay detrás, sabemos que en los labios existen neurotransmisores que son los que van a generar el placer, pero también al segregarse dopamina en el cerebro generan adicción, lo mismo que se genera cuando ingerimos alcohol o una comida que nos gusta mucho. Pero esto va a un nivel mucho más alto, esto es tremendamente satisfactorio porqué se segregan también endorfinas que son un derivado de la morfina, que también sabemos que es una sustancia adictiva. Otra hormona que se segrega en un beso es la Oxitocina, ésta es la hormona del amor y la encargada de crear vínculos y de generar apego. Esto no lo digo yo, lo dice la bioquímica corporal, por lo tanto el cuerpo es sabio, muchas veces a nivel instintivo nos alertamos ante el peligro potencial de poder perder a nuestras parejas al poder establecer vínculos y apegos con los besos. 

Habrá a quienes les parezca que un encuentro liberal sin besos cuesta, pues les parece frío y les cuesta vincularse, haciéndolo más impersonal. Sin embargo todo dependerá de lo que se busca, existen relaciones verdaderamente fraternales dentro del mundillo, con contactos sexuales que resultan ya tan cercanos y conocidos que pueden incluso saludarse con un suave beso en los labios (o pico). Otras parejas se sienten cómodas si los besos se dan entre las partes femeninas o entre las masculinas (los hombres suelen ser más reticentes a ello pese a que les excite mucho el beso entre chicas).

Más allá de las razones que tenga cada uno, es muy importante que se respeten los límites de cada persona. Recordad que cuando jugamos en pareja ambas partes deben estar de acuerdo, es importante preguntar. 

En los besos no siempre hay química, de hecho no es tan común que exista puesto que el cuerpo tiene un mecanismo de selección natural para el apareamiento mediante el cual nuestra propia genética puede elegir con quien somos compatibles para la preservación de la especie. En éste caso el beso que produce «mariposas en el estómago» genera ese cocktail bioquímico adecuado para el apareamiento, estas sensaciones positivas también tienen que ver con el olor y con el gusto. Por otro lado, puede relacionarse también con la manera de besar, la intensidad, la textura, la saliva, el sabor y olor de la otra persona, etc. 

Por ello no deberíamos cortar el rollo y no hay química en el beso o no despierta ninguna sensación, otras prácticas y juegos si que podemos disfrutarlos y pasarlo muy bien, se puede continuar ese beso cachondo y apasionado con la propia pareja mientras se toca, juega e interacciona con un(a) tercera persona o más.