Hola muy buenos días, mis queridos lectores, me ha encantado el título del artículo que os voy a compartir, puesto que además es una constante los comentarios que leo de vosotros con respecto a «Que no os gustan las etiquetas», y no puedo estar más de acuerdo con todos vosotros. Es terrible tener que etiquetar a ver si encaja, como si fuera un diagnóstico médico en el que tienen que coincidir todos los signos y síntomas, a mí me gusta mucho ver a la persona, como un ente individual, y sus propios constructos de relación. 

Sin embargo, como especialista, no puedo dejar de dar definiciones para diferenciar prácticas o modelos a lo que más o menos se van acercando ciertas inclinaciones en cada uno de mis artículos. Porque en el mundo cotidiano ya sé que nos perdemos, se juntan los nombres y etiquetas, pero al menos así nos ayuda a poder identificarnos con nuestros grupos de semejantes. 

Por lo tanto, hoy os voy a dejar otro tema a discutir con su propia etiqueta, ¡pero sin etiquetas! Ja, ja, a ver si me entendéis, hoy os voy a contar de La Anarquía relacional. 

Cuando yo empecé a estudiar el tema pensé que esto es como algo de la política, un nombre rarísimo y pensaba: de verdad lo que me falta, me pierdo con tantas etiquetas de lo que es cada cosa. Pero bueno, al final para mí es fundamental conocer todos los tipos de prácticas, corrientes y estar al día. Y es que imaginaros que si alguien me llega a consulta diciéndome que practica Poliamor,  o anarquía relacional o es liberal, tengo que tener una idea primero que nada de lo que es la generalidad en su relación, sus principios, ideales, aunque después habrá aquellos detalles que les harán diferentes. 

La anarquía relacional es la forma de relacionarse y de amar más allá de las etiquetas, imposiciones y normas sociales. Sabemos que en la sociedad se impone una manera de relacionarse, inclusive una forma legal de hacerlo, de esto dependerá que esté bien visto o mal visto.

Sin embargo, existen personas que se han cansado de todo el sistema, así como de enmarcarlo en conjuntos preestablecidos y acostumbrados de reglas, por lo tanto, han decidido establecer relaciones personales que no dependan de las mismas.

Quienes practican la anarquía relacional se manejan en sus relaciones de acuerdo a sus principios individuales y sus propias reglas, independientemente de la cultura a la que pertenezcan. 

La anarquía relacional surge como una derivada del poliamor, pero dentro del poliamor existe el poliamor jerárquico en el que existe una relación principal y después otras secundarias por así decirlo. En la anarquía relacional no existe este tipo de jerarquías que se impongan dentro de la relación. Los vínculos se van dando espontáneamente y cada relación establece sus propios acuerdos, llegando a una normativa individual. Esto no quiere decir que las personas no tengan ningún compromiso con sus relaciones, sino que establecen de forma individual el nivel de compromiso y lo que conlleva relacionarse con cada una de ellas. Los lazos que a otras personas pueden ser afectivos y/o sexuales. 

La escritora Andi Nordgren en 2006  redactó un manifiesto en el que se explica los principios de la anarquía relacional. Así que os voy a enumerar los puntos.

1. El amor es abundante y cada relación es única: la anarquía relacional se refiere a que el amor es un recurso ilimitado, que todos tenemos la capacidad de amar a más de una persona a la vez y que sentir amor por una persona no disminuye el amor por otra. Por lo tanto, tampoco clasifica en relaciones como primarias, secundarias, etc.

2. Amor y respeto en lugar de exigencias: la relación no se basa en la mentalidad de que los individuos tienen derechos y obligaciones, sino que representa independencia y autodeterminación de cada uno.

3. Encontrar tus valores básicos en las relaciones: la base es tratar a los demás como te gustaría ser tratad@, plantearse límites, expectativas de las relaciones, con quienes deseas intentar que funcionen la relaciones y compartir tu vida. También habla de que no se necesita basar la relación en reglas para demostrar el verdadero amor.

4. La heterosexualidad está por todas partes, pero no dejemos que eso nos asuste: amar a personas, independientemente del género. No permitir que el miedo coarte las relaciones.

5. Espontaneidad en lugar de obligación: aquí habla del goce de la libertad de ser espontáneo, liberándose del agobio del «deber ser» o del miedo a las represalias, a los castigos. Las bases están en explorarse, encontrarse a través del deseo y no a la desilusión por las expectativas no cumplidas, así como otro tipo de exigencias.

6. Finge hasta conseguirlo: este es un principio básico de las leyes del universo, en la que cuando queremos conseguir algo lo mejor es visualizarnos felices y con lo que queremos conseguir.

7. La confianza es mejor: es importante rodearse y crear relaciones en donde se perciba apoyo, exista el perdón y mucha comunicación, oportunidades de hablar, explicar y sobre todo tomar las responsabilidades de las relaciones, por supuesto conservando los propios valores.

8. Cambiemos a través de la comunicación: Como sabemos, la base de todo es la comunicación, así que de esta forma es en la que se logra transformar, evolucionar. La comunicación también es un sinónimo de confianza y de expresar necesidades, así como acuerdos.

9. Personaliza tus pactos: de esta manera se diseñan los compromisos a la medida, se van estructurando de acuerdo a los propios ideales, desde construir una vida conjunta, educar hijos, crear proyectos, el cómo vivir y convivir. Entre otras cosas.

Espero os haya gustado aprender un poco más de las relaciones sin etiquetas. Ya me contaréis qué os parece.

Os mando un beso y os deseo un ¡excelente fin de semana! 

Gret de Lou