¡Feliz semana onFollowers!

Espero que estéis disfrutando de los carnavales, el día de hoy quiero hacer la tercera entrega de esta línea de post acerca del consentimiento.

Hoy el tema es: el consentimiento en el mundo liberal, sin embargo, es un tema que tiene una problemática desde diferentes puntos de vista. Mi publicación del día de hoy da voz a muchas personas que me escriben con comentarios de sus experiencias, así como otros tantos que he leído aquí en el blog.

Una problemática que continúa latente y que no es ajena a nadie, es la de los chicos solos. Tenemos un post completo dedicado a ello en los artículos pasados, así que no voy a extenderme demasiado. Solo hacer hincapié en que no voy a generalizar, pues hay parejas que juegan con chicos solos que también han vivido experiencias gratas con algunos que son verdaderos liberales. Por aquí por la red hay muchos chicos supermajos y educados, verdaderos singles liberales.

No obstante, la problemática importante seguimos teniéndola en los clubs liberales, los chicos solos siguen siendo una fuente de ingreso gorda para un club, ya que la entrada, prácticamente la mayoría, la cobran como si fuera de pareja. Esto NO soluciona el conflicto que se está viviendo de estos chicos que no saben comportarse y que no son verdaderos liberales. OJO, tampoco generalizo con todos los clubs, muy pocos, pero los hay que llegan a tener un filtro excelente de chicos verificados, educados y además que tienen tolerancia cero a un mal comportamiento.

El problema en cuanto al consentimiento radica en que la mayoría de los chicos solos que asisten no son liberales, no tienen ni la más mínima preparación y consideran que es un espacio libre para ir a follar, tener suerte en el glory hole, o cuanto menos mirar. Muchas parejas se quejan noche a noche en los clubs, del comportamiento y falta de consentimiento de muchos chicos a los que solicitan que los echen del sitio.

De cualquier forma, una gran problemática son los mirones. Ya no los voy a llamar en este caso voyeurs, porque estos saben comportarse y respetar distancias para observar y suelen ser discretos. En los otros casos, existen clubs que tienen una valla completa de mirones haciéndose pajas e invadiendo el espacio vital de la gente que está jugando.

Lo peor es que muchas veces, como bien lo comentan algunas parejas, aunque sea un sábado swinger en algunos clubs, encontraréis a un chico que, de inicio, haya entrado con alguna amiga, luego a veces terminan por separarse dentro, y vuelve a acontecer la situación en donde perturban a las parejas. El consentimiento también va de mirar, eso está claro.

Otra problemática importante se da en las parejas swinger, liberales o en el tipo de intercambio.

Es una realidad que cuando quedamos con una persona previamente, hay oportunidad de hablar mediante un chat, durante una cena o alguna quedada, acerca de las prácticas, así como del tipo de juego para negociar qué es lo que se quiere llevar a cabo y si hay acuerdo. No obstante, la situación cambia cuando se está en un club y se intenta llegar a una negociación de forma un poco más rápida.

Hay conflicto con algunas parejas que no saben respetar que otra pareja juega en la liga de intercambio soft o bien que no juegan por separado. Como siempre digo, aquí no hay swingers principiantes o avanzados, la meta no es llegar a hacer un intercambio completo, ni jugar en la barra de liberales en lugares separados. Muchos liberales siguen quedando siempre juntos.

Y eso es algo que se tiene que aceptar y recibir con agrado. Algunas parejas suelen molestarse o ponerse un poco pesadas. Es importante conocer y respetar los acuerdos que tiene la otra pareja antes de empezar a jugar. Recordemos que en el mundo liberal la prioridad es nuestra pareja sentimental y el aderezo secundario el sexo compartido.

Retomando las prácticas de juego en áreas comunes de los clubs, es muy importante puntualizar el consentimiento explícito, aunque sea con un gesto o una caricia, esta última debe ser sutil, muchas personas se quejan de que estando en una zona común, hay otros que les abordan a saco para empezar a interactuar. Recordemos que es fundamental el hacer un primer contacto sutil en un brazo, o una pierna; hacer una mirada o alguna señal que no implique un contacto en una zona íntima o invasiva.

En otras líneas, también un error común es creer que si hemos jugado una vez con alguien, la próxima vez que coincidan en una fiesta o en un club, se puede llegar a interactuar así como así. Nada más lejos de la realidad, porque cada encuentro es un nuevo consentimiento, hay que ver si hay disposición o ganas.

Finalmente, quiero deciros que nadie debe ofenderse ni tomarse a mal cuando no se coincide en los acuerdos y no hay consentimiento. Algunas veces simplemente no hay atracción. Por chat pudo haber habido conversaciones interesantes, aparentar que todo fluía bien, pero es totalmente válido que en el momento de conocerse no haya feeling. Si una pareja no quiere hacer un intercambio completo, no hay porque faltarles al respeto ni considerarse más evolucionados o avanzados que ellos. Con esto os digo, que más evolucionados están quienes respetan sus acuerdos y convicciones sin sobrepasar los propios límites, para agradar a alguien más.

Por último, importantísimo: no os toméis a mal o como rechazo cuando hay una propuesta bisexual de chico a chico. Sabemos que con las mujeres fluye con toda naturalidad y que prácticamente se da por hecho, sin embargo, cuando se intenta poner sobre la mesa el tema de juego entre chicos, con la misma honestidad se puede decir que no apetece o que no les gustan ese tipo de juegos, pero no hay porque sentirse agredido u ofendido. Ser liberal implica tener una mente abierta, respetuosa y educada.

Os leo en comentarios.

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Besos y hasta la próxima.

‌Gret de Lou