Ser swinger / Liberal y con hijos
¡Feliz día! Hoy escribo de un tema que tenía muchas ganas de comentar con todos vosotros, ya que además es el pan nuestro de cada día de muchos de los que estáis por aquí, incluso la mayoría de amistades del mundillo con las que me relaciono nos toca pasar por esto frecuentemente.
Hace algunos Posts estuvimos hablando de ese camino hacia la maternidad-paternidad, ahora comentaremos lo que suele ser llevar una vida liberal y querer desarrollar nuestra sexualidad en paralelo a ser padres.
Primero que nada es un tema que me gusta plantear en foros en los que también hay singles y parejas que no tienen hijos, y es que pareciera que a veces estamos poniendo los mil y un pretextos para no quedar, pero ¿Qué es lo que hay detrás de todo esto?
Es una realidad que, cuando se tienen hijos, si la sexualidad en pareja ya es de por sí un poco complicada dentro de casa, en donde hay que ser sigilosos y silenciosos. Ni se diga de a quienes nos gustan prácticas un poco más Kinky, porque no suele ser opción a menos que tengáis el privilegio de trabajar desde casa ambos y aprovechar los horarios en que los chicos van al cole. Pero esto no suele ser la situación de la mayoría, así que por supuesto la vida liberal se torna más complicada y con muchas más restricciones.
Los tiempos se encuentran muy limitados, ya que hay que dar prioridad a los temas con los hijos, suele haber más imprevistos de última hora en los que «se nos ha aguado la fiesta». Si son pequeños habrá que acomodarlos con familiares, esperar a que tengan alguna pijamada con amigos o definitivamente contratar a alguien que los cuide el fin de semana. En segundo lugar, también es necesario compartir tiempo individual con nuestra pareja, no solamente dedicarlo al lifestyle y quizá como mucho pueda quedar la libertad de salir un fin de semana al mes. Ni siquiera quedan contemplados ya los encuentros en casa, algo que puede ser muy satisfactorio como tener la libertad de recibir a otra pareja, hacer un trío o alguna fiestecilla swinger en nuestro hogar. Quizá algunos habrán querido aprovechar cuando los hijos han salido con amigos, pero no falta la emergencia o la situación en la que hay que ir por ellos. La única alternativa que queda es encontrar con quién jugar y que tenga casa disponible, por supuesto está la alternativa de acudir a los clubs.
Sé que siempre os digo que no debemos ir con expectativas a ningún lugar para no tener frustraciones; sin embargo, las parejas que tienen hijos meditan muy bien sus salidas. No voy a generalizar porque algunos tendrán mucha más flexibilidad que otros, pero quienes se encuentran bastante limitados y con muy poca disponibilidad para encajar todo, se dedican con entusiasmo a preparar esa salida del mes, o a seleccionar a qué sitio van a ir, quizá a intentar quedar con otra pareja con algún chico o con alguna chica. En el caso de elegir asistir a algún club, deseáis pasarlo bien, por supuesto, ya qué es «La noche» para dar rienda suelta a vuestras fantasías y deseos desenfrenados. No obstante, muchas veces la frustración llega en el momento en el que ese día todo el mundo está de postureo en el club y no están dispuestos a ir a la zona de juego, no habéis encontrado nadie que os encaje para jugar, o bien la música es deplorable. No os culpo si comienza a crecer la frustración en vuestros corazones.
No voy a dejar de lado el punto económico de lo que puede resultar para muchos una salida de este tipo, puesto que al tener familia los gastos están designados en su mayoría al hogar y otra parte para la diversión. A veces el poder dejar a los chicos implica contratar a las cuidadoras, después aprovechar e ir a cenar con nuestra pareja y algún hotel en el que quedemos con alguien más o la entrada al club, no os culpo si esperáis pasar la noche de vuestros sueños.
Os hablaré de una perspectiva para pasarlo genial desde otro enfoque y para ello voy a utilizar una frase que tampoco me voy a adjudicar porque alguna vez me lo dijo mi marido y me encantó: «Lo bueno es que nos tenemos a nosotros». Y es totalmente cierto, a excepción de cuando la música en el club es inaguantable (para muchas personas este elemento es fundamental), recordemos que la vida liberal y el mundo Swinger nos aporta mucho erotismo y diversión. Vamos a centrarnos en esa noche especial, yo acompañaría este párrafo con una canción que tararea en mi mente del gran Raphael MI GRAN NOCHE: Hoy para mí es un día especial, hoy saldré por la noche… ¿Qué pasará, Qué misterio habrá? Puede ser mi gran noche y al despertar ya mi vida sabrá algo que no conoce… así que con esos ánimos hay que empezar a prepararnos y a mentalizarnos para salir con ganas de arrasar con la noche.
Elegir el Outfit que vamos a utilizar, el Outfit con el que vamos con todas las ganas de gustar, de gustarnos a nosotros mismos, de ser provocadores, de atraer miradas, de sentirnos sexys y atractivos, de quitarnos por unas horas la etiqueta de padres e ir a sumergirnos al mundo de nuestras fantasías. El mirar a nuestras parejas y ponernos ya cachondos al ver qué guapos nos vemos, con ganas de atraer miradas. Disfrutar del ambiente, del momento del juego, de si estamos conviviendo con una pareja nueva, con un chico o una chica solos. El destino final no es solamente el sexual, muchas veces, aunque no lleguemos más allá de la conversación, el momento y la charla pueden ser tan agradables y tan estimulantes mentalmente que hemos gozado de una maravillosa cena. Si hay algo más nos hemos ganado la lotería, si todo sale bien. Si nos encontramos en un local hay que disfrutar de bailar sexualmente, de sentir la música, de beber unas copas sin interrupciones, de podernos quitar la ropa y quedarnos en lencería y los chicos andar por ahí también en lencería o sin camisa, de sentirnos libres y sensuales, de ligar, desconectar. Y qué si esta noche no se da un encuentro sexual, tenemos a nuestra pareja, con la que nos podemos ir a jugar o tener sexo desenfrenado en nuestra área favorita del club, disfrutar de nuestra fase exhibicionista o en privado en donde podemos gritar y gemir a gusto, sin despertar a los niños en casa. Tan solo disfrutar de esa libertad y de esa noche distinta, así que merezca la pena esa noche especial.
Acabamos aquí a serie de artículos sobre la maternidad y paternidad en el mundo liberal.
Espero que os haya gustado.
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Besos
Gret de Lou