Queridos followers, espero que os encontréis muy bien con este clima frío. Hoy quiero tratar un tema del que muchas personas me piden asesoramiento individual y me escriben para consultarme sus dudas, así que he decidido escribir este Post que creo que será de gran ayuda para esclarecer algunas dudas.

Cuando hablamos del virus del papiloma humano sabemos que se trata de una enfermedad de transmisión sexual. Sin embargo, hay mucho más detrás de todo esto. Es un grupo de virus que pueden ocasionar en la piel y en la mucosa diferentes tipos de lesiones, desde lesiones benignas hasta cáncer.

Como he mencionado antes su vía de transmisión es sexual, esto es a través del contacto con sangre o cosas que no tienen una barrera de protección, es decir la vía de contagio mediante relaciones sexuales vaginales, anales u orales.

Este tipo de infección es extremadamente frecuente, casi todas las personas sexualmente activas se infectan al poco tiempo de haber iniciado la vida sexual. Debemos considerar que alrededor del 50% de estas infecciones son un tipo de VPH de alto riesgo.

Se habla de qué hay más de 200 virus identificados de los cuales aproximadamente 14 tipos de VPH son de alto riesgo, los que pueden llegar a ocasionar cáncer. Asimismo, estos últimos causan diferentes tipos de cáncer, entre ellos puede aparecer el cáncer en el cuello del útero, en la vulva, vagina, pene, ano, cabeza y cuello, orofaringe.

Un sistema inmune sano suele controlar las infecciones por los virus que no causan cáncer. No obstante, como he mencionado, en el caso de las de alto riesgo, al ser persistentes, el sistema inmune no logra controlarlas y al continuar por varios años empiezan a producir cambios a nivel celular. Si continúan sin diagnosticarse y, por supuesto, sin tratarse, con el tiempo seguirán empeorando originando el cáncer.

Para que os hagáis una idea, el 5% de todos los cánceres en el mundo están relacionados con el virus del papiloma humano. El cáncer de cuello uterino es de las principales causas de muerte en algunos países en donde no hay una detección y tratamiento adecuado desde su aparición inicial.

Como podéis ver entonces, la mayoría de las infecciones por el virus no causan cáncer, entonces os preguntaréis cuáles son las manifestaciones. Os cuento que la mayoría de las personas que han tenido relaciones sexuales y que se han encontrado en contacto con el virus pueden no presentar de forma inmediata ningún síntoma, sin embargo otras personas presentarán lo que se le conoce como lesiones benignas en forma de verrugas genitales, en el ano, la boca o la garganta.

¿Cómo se diagnostica?

Una de las formas de diagnóstico es por supuesto la valoración física, cuando las lesiones en la piel llamadas verrugas son evidentes médicamente se puede llevar a cabo un diagnóstico, puesto que el tipo de verruga distinta a cualquier otra que puede aparecer en la piel. Existen otras lesiones que quizá no sean tan visibles, las verrugas en el ano, es posible que las personas las sientan o se las pueda sentir otra persona, las de la boca también son visibles.

En las valoraciones de citología en las mujeres que deben ser periódicas también dará positivo el resultado.

Tratamiento

En algunos casos las lesiones pueden desaparecer de forma natural, aunque deben estar bajo observación, en otros casos se retirarán quirúrgicamente o mediante algún otro tratamiento médico.

Prevención

La única prevención completamente absoluta de no estar en contacto nunca con el virus sería no tener relaciones sexuales jamás, es decir la abstinencia absoluta. Como sabemos que esto no va a suceder, el siguiente método más efectivo son los métodos de Barrera: el preservativo durante las relaciones sexuales, esto significa utilizar un condón para todo tipo de prácticas: oral, vaginal y anal, siempre que se practica sexo oral a una mujer, es decir un cunnilingus, es primordial utilizar una barrera de protección, ya sea un dique de hule o bien se puede cortar un condón para crear una barrera de protección en el momento de jugar con una chica. Evidentemente también el compartir juguetes sexuales sin barrera de protección aumenta la probabilidad de contagio, sin embargo también se puede llegar a transmitir por el contacto íntimo piel a piel.

La vacunación ha resultado segura y eficaz si se aplica alrededor de los 12 años en niños y niñas, esto es porque a esta edad no se ha comenzado a tener vida sexual y no se ha tenido contacto con el virus.

La vacuna entre los adultos es mucho menos eficaz, aunque en algunos casos puede administrarse, la mayoría ya han estado expuestos al virus, por lo tanto no es recomendable la vacunación rutinaria, pero los médicos valorarán cada caso en particular.

Espero este Post les sea de utilidad, y sobre todo seguir fomentando la cultura de utilizar barreras de protección, sobre todo porque en el mundo Swinger/liberal es prácticamente nulo el utilizar una barrera de protección para el sexo oral. No basta con ver que no haya lesiones aparentes en los genitales, recordad que pueden ser internas y que la mayoría somos portadores del virus, solo que podrá tardar en expresarse mucho tiempo.

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Besos,

‌Gret de Lou