¡Feliz semana!, hoy os traigo un tema del que hace un tiempo me habían pedido hablar, así que en esta ocasión os contaré de la sexualidad madura, un momento en el que muchas personas de la red estáis y que otros vamos en camino.

Mitos y tabúes que influyen en la sexualidad

Aunque muchos de estos mitos a vosotros podrían sonaros obsoletos, desgraciadamente siguen ampliamente arraigados en nuestra sociedad, lo cual dificulta de forma importante que las personas mayores puedan vivir bien como personas sexuadas.

La vejez en nuestra cultura

Rechazada, evitada y temida, se encuentra rodeada de mitos y tabúes, y la sexualidad se encuentra de forma eminente dentro de estos mitos. Lo que debemos entender es que ya somos personas sexuales y eróticas desde que nacemos, y no dejaremos de serlo durante toda nuestra vida hasta la muerte.

En otras culturas la vejez es admirada, a las personas mayores se las ve como llenas de sabiduría y como gurús; sin embargo, es impresionante que la connotación erótica siempre va dirigida hacia la juventud.

Algunos de estos mitos son los siguientes:

• Los mayores no tienen intereses sexuales
• Los mayores no tienen capacidad fisiológica que permita tener conductas sexuales aún aunque lo deseen.
• Se asocia al envejecimiento con enfermedad.
• Los que se interesan por la sexualidad son perversos o están enfermos.
• Manifestaciones sexuales patológicas y desviaciones son más frecuentes a estas edades.
• La actividad sexual es mala para la salud en la vejez.
• La procreación es el único fin de la sexualidad y, por tanto, no tiene sentido que a la vejez se mantengan relaciones sexuales.
• La esposa debe ser más joven o de igual edad que el esposo.
• Los hombres mayores sí pueden tener intereses sexuales, pero las mujeres mayores no.
• Las personas mayores no son físicamente atractivas.
• Indecente y de mal gusto que los mayores manifiesten intereses sexuales calificándolos de: «viejos verdes».
• La vida sexual de una mujer termina con la menopausia.

Estoy segura de que os han sonado conocidos, todos ellos son producto de un curriculum de represión sexual. Vivimos en una cultura sexo fóbica, aunque cada día es menos, pero a la gente le cuesta ver sobre todo a ciertas edades la sexualidad como algo recreativo y no como algo que únicamente tiene fines reproductivos. En la actualidad, como he mencionado en nuestra generación, ya hay una mayor apertura, pero recordemos que en la juventud de las personas mayores había una represión muy arraigada. Ni que decir de los temas de la masturbación, la represión religiosa e incluso política que existía ante la sexualidad.

En un tiempo se desaconsejaba la comunión, incluso la entrada en la iglesia, a parejas que hicieran el amor además de que recordemos que la mujer era considerada como el sexo débil. Por supuesto, la forma de vestir de las mujeres y su previsión de entrar a las iglesias sin medias o con los brazos descubiertos y además el uso de un velo, todo esto tampoco está todavía tan lejos de la realidad. Yo me sorprendí muchísimo hace tres años que pretendía entrar a la sagrada familia en época de verano a tope, con un vestido sin mangas, (eso sí, reconozco que estaba escotado, pero tampoco era un vestido corto) y no me permitieron la entrada. Tuve que ir corriendo a comprarme un pañuelo para poder cubrirme… la verdad es que no me lo podía creer.

Recordemos que la Iglesia prohíbe los anticonceptivos aún hoy en día y antaño inclusive separaba a hombres y mujeres que fueron pareja durante eventos litúrgicos.

Hablando del tema de la viudez, cuando uno se adelanta en el camino de la pareja, con respecto al hombre, se sigue pensando que ojalá y encuentre otra pareja para que el pobre no esté solo, pero las mujeres deben de guardarle luto a la pareja. Es verdad que todavía encontramos algunos toques de machismo en este sentido en nuestra sociedad.

«Se añaden años a la vida, el reto es añadirle vida a los años» Manuel Lucas Matheu

Esta es una frase que me encanta y me parece que encierra todo lo que deberíamos hacer siempre, no esperar a ser adultos mayores para ponerlo en práctica, día a día tenemos que añadir vida a cada uno de nuestros años.

Hay muchas oportunidades para disfrutar la sexualidad en todo momento. No obstante, si nos habituamos a disfrutar esa sexualidad de piel a piel, de contacto profundo, de sincronía, de conexión y comunicación íntima, a disfrutar de la erótica y de la sensualidad, nos daremos cuenta de que por más que existan cambios fisiológicos en los cuerpos de los adultos mayores, hay mucho que compartir y que hacer para tener una sexualidad divertida. Evidentemente, muchos se han atrevido a incursionar en el mundo Swinger/ liberal, a mí se me puede venir a la mente nuevamente haciendo alusión a la escena que me gusta tanto de la serie machos alfa al recordar a los padres de Raúl en el club swinger. Al menos ese es el cuadro en el que me visualizo en unos años y que me gustaría ver a todas las personas de mi edad al llegar a convertirnos en personas más maduras. Nos veo como esa pareja compenetrada, enamorada, que se miran con deseo, que se admiran, que son cómplices, que gozan de tiempo para estar juntos y hacer muchas actividades en común, es pasárselo pipa en una fiesta swinger o en un club con amigos entrañables disfrutando y sin tabúes.

Ya hablaré acerca de los cambios fisiológicos que pueden darse en esta etapa y que pueden generar cambios importantes en la sexualidad. Así como por supuesto formas de prevención y de aceptación.

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Besos,

Gret de Lou