Los celos en el mundo liberal
Hola espero estéis teniendo una buena semana de regreso a las actividades cotidianas, aunque no suelen ser fáciles las adaptaciones después del retorno, de las vacaciones poco a poco retomamos el ritmo, así que ésta semana os voy a compartir uno de mis temas favoritos, y favoritos no porque sean temas eróticos ni sensuales sino porque es el tema que a lo largo de mi especialización en el mundo liberal me llevó a adaptarlo más a nuestro propio estilo de vida, y es que hay mucho escrito el tema de celos, para trabajarlos, superarlos, para aprender de ellos etc.
Evidentemente un profesional que se dedique a impartir consultas y terapias en relaciones no monógamas utilizará manejos para las circunstancias para esas parejas, sin embargo algo de lo que me percaté en mi práctica es que también el manejo de relaciones de tipo poliamorosas puede ser muy distinto al manejo enfocado en personas liberales.
En primer lugar vamos a comenzar por aceptar que es totalmente normal y común que existan los celos en nuestro mundo, no es que no podamos sentirlos por ser liberales, es una sensación totalmente humana, que incluso tiene que ver con nuestro instinto de supervivencia.
Como siempre lo digo en mis talleres, Los celos están presentes a todas las edades y en todas las esferas de nuestra vida, a nivel social, laboral, relacional, si lo pensamos bien desde la infancia sentimos celos de la llegada de un hermano, de que un compañero haya obtenido mejores notas que nosotros en el colegio, de que una amiga se haya comprado ese vestido que nosotros tanto queríamos, de que a un compañero de trabajo la hayan dado el ascenso que nosotros estábamos esperando, y así podría continuar mencionando muchos ejemplos de nuestra vida cotidiana, pero cuando se trata de relaciones tendemos a ver los celos como algo completamente patológico.
Entonces comencemos a definir lo que son los celos, los celos son una combinación de sensaciones, sentimientos, experiencias pasadas que regresan a nuestra mente que desencadenan en el momento presente miedo a perder nuestra relación o bien que haya algún cambio importante en nuestra vida, por supuesto que regresando a la situación anterior no me refería únicamente a perder a nuestras parejas, puede ser a perder el trabajo, a perder un estatus que habíamos alcanzado, los celos aparecen hasta en nuestros hobbies, pero somos en general más capaces de manejar los celos en situaciones que no tengan que ver con nuestras relaciones amorosas.
Los celos pueden ser extremadamente dolorosos, abrumadores y en ese artículo vamos a mencionar los cuatro componentes principales.
- Se experimenta dolor inmenso que supondría realmente perder o temer perder a alguien que amamos.
- Angustia, al pensar que no podemos tener todo en la vida y que podríamos perder esa relación tan valiosa.
- Enemistad hacia quien creemos que está ganando el amor de nuestra pareja o su interés, y además creer que tendrá éxito robándonos a esa persona que amamos.
- Enfocarnos en nuestro interior, es decir llevando ese enfado hacia nosotros mismos, creyendo que por nuestras propias carencias nuestra pareja nos abandonará. Esta parte tiene que ver con las inseguridades.
De esta forma vemos que los celos se alimentan de nuestros peores miedos, de vivencias pasadas desde nuestra infancia, de el miedo a la pérdida, el dolor, la privación, el rechazo, humillación y abandono, y cuando acontece una situación que nos provoca los celos no se está haciendo más que reafirmar y retroalimentar esa inseguridad que percibíamos, haciéndonos creer que todo eso que pensábamos era verdad confirmando las peores inseguridades.
Lo cierto es que cuando empezamos a ir a consulta para trabajar en el manejo de nuestros celos, aprendemos muchísimo de ellos, aprendemos a manejar el miedo, el enfado, la tristeza que son los principales componentes, aunque también se encuentra presente la envidia y la codicia en algunos casos.
El camino no es fácil, requiere de mucha paciencia con nosotros mismos, y también por parte de nuestra pareja, las parejas también deben acudir a consulta, puesto que es un problema que se trabaja juntos, ambos requieren de orientación para poder llevar a cabo el manejo, la pareja de quien padece los celos también sufre, al ver esas reacciones intensas, y que muy probablemente las pague con ella, puede haber mucho dolor también y confusión, porque a veces la pareja percibe que no ha hecho nada malo o fuera de los acuerdos y aún así nota que su pareja pierde el control de su conducta.
Los celos finalmente nos hacen aprender mucho de nosotros mismos, nos reflejan mucho y también son oportunidades para crecer, dependiendo de la gravedad de la situación los caminos pueden ser más fáciles o difíciles, ya que los celos son pura cuestión de sentimientos en un momento explosivo, posteriormente en terapia se aprende a manejar a la distancia, observar, así como ser más racional, poco a poco se va adquiriendo más seguridad y confianza, a conocer cuáles son nuestros verdaderos límites, se aprende a negociar más, hacer más flexible y sobre todo para ser feliz sin sufrimiento, porque al final quienes vivimos una vida liberal es para multiplicar el placer, no el dolor y el sufrimiento.
Feliz fin de semana